sábado, 7 de mayo de 2016

“Palabras Malditas” de Eduardo Alonso, un barco demasiado escorado en la sala Margarita Xirgu






Julia Sáez-Angulo

            Al escuchar y seguir la obra de teatro Palabras malditas de Eduardo Alonso, autor y director, en la sala Margarita Xirgu del Teatro Español, del Ayuntamiento de Madrid, una pensaba en las películas subvencionadas sobre la guerra civil del gobierno Zapatero, o en las antiguas batallas de la vieja derecha sobre los milicianos o comunistas, sus entradas de madrugada en las viviendas y las amanecidas fiambre en las cunetas o descampados.

            El maniqueísmo de Palabras malditas es tal que produce impaciencia en la butaca. Ahora la batallita de los malo/malísimos está en los falangistas, a los que el autor cita tantas veces en su obra que resulta peripatético, un panfleto o libelo contra ellos, que son los que buscan y detienen al profesor, los que llevaron a Paracuellos al hijo de la patrona “por meterles un gol” y falangista también, el tipo que le da una paliza a la prostituta. Una fijación. Todo un panfleto o libelo contra los falangistas. que produce hilaridad y le quita ponderación a la obra de teatro, haciéndola menos creíble. Con menos falangistas por medio, la cosa hubiera quedado más aceptable.

            Tampoco las monjas salen precisamente bien paradas.

            No tengo nada en favor de los falangistas y tampoco de los milicianos, sólo un sentido crítico por el que  me gustaría encontrar más ecuanimidad y menos carga arre-que-te pego en una pieza dramática sobre la guerra civil y la posguerra, como si se buscara con ello el apoyo del sponsor o patrocinador político de turno en línea con lo escrito. ¡Penoso!

            Está todavía por escribir la gran pieza narrativa o teatral sobre aquello acontecimientos.



            Dicho esto, los actores cumplen con sus papeles de profesor represaliado y perseguido por sodomizar a un alumno, interpretado por Miguel Insua, y Sara Casanovas en el papel de Clara, la prostituta. Ambos personajes de una pensión en La Coruña de los años 40. La idea resulta poética en esta pareja de marginados puntuales. Lástima que el autor haya escorado el barco en exceso hacia un lado.

Reparto
Clara/ Periodista Sara Casasnovas
Vicente Miquel Insua
Ermitas/Clara Mayor Luma Gómez
Camarera Imma António
Voz En Off Locutor De Radio Lino Braxe
Ficha artística
Diseño De Escenografía Paco Conesa
Diseño De Vestuario Paco Conesa
Composición Musical Fernando Alonso
Diseño De Iluminación Eduardo Alonso
Diseño Gráfico Eva Alonso
Proyecciones Videográficas Cesar Seijas
Maquillaje Dolores Centeno
Asesoría Coreográfica Chedes Suárez
Realización Escenografía R.T.A. (Recursos Técnicos Y Artísticos)
Realización De Vestuario Susana Bouzón
Fotografía Tino Viz (Margen Fotografía)
Servicio Técnico R.T.A. (Recursos Técnicos Y Artísticos)
Grabación Video Café Con Gotas Producciones
Grabaciones Voces En Off Studio Xxi Producciones
Ayudante De Dirección Imma António
Directora De Producción Eva Alonso
Distribución Salbi Senante
Una producción de Teatro Do Noroeste


Clavijo y Astorga, pueblos hermanados por la bandera de la batalla de Clavijo que tuvo lugar en el siglo IX. La fiesta fue presentada en el Centro Riojano







Julia Sáez-Angulo

            07.05.2016 .- Los pueblos de Clavijo (La Rioja) y Astorga (León) son pueblos hermanados por la bandera de la mítica batalla de Clavijo que tuvo lugar en el siglo IX, exactamente en el año 844, dirigida por el rey Ramiro I de Asturias contra los musulmanes en España.

            El Centro Riojano de Madrid ha llevado a cabo una presentación de las fiestas de “La Zuiza”. Astorga-Clavijo”, una procesión que tiene lugar todos los años en Astorga los días 11 y 12 de junio, para conmemorar y pasear la bandera de la batalla de Clavijo, que todavía se conserva en el Ayuntamiento de la ciudad leonesa episcopal.

            El acto comenzó con una visión de la guardia zuiza, banda de música y danzas de los astorganos, maragatos, zuizones y camerales, todos ellos ataviados a la vieja usanza de la procesión medieval, que ha tenido lugar durante siglos, hasta que en el XIX por conflictos, diferencias de intereses y desidias se perdió. En 1994 se resucitó la procesión medieval por la Camara de Comercio, que representa a los antiguos gremios, y hoy espera ser reconocida como de interés regional.



            Entre las intervenciones que explicaron los hechos históricos y actuales en el Centro Riojano, figuraron las del anfitrión y presidente del Centro Riojano, Pedro López Arriba; José Rafael Álvarez de la Puente, presidente de la Cámara de Comercio de Astorga y los alcaldes de las citadas ciudades: Encarnación Albelda por la riojana y Arsenio García Fuerte por la leonesa.


            También estuvieron presentes los marqueses de Astorga, Paloma Casanova-Cárdenas y Francisco López Becerra, ante los que se recordó, que en 1465, el rey Enrique IV creó el marquesado de Astorga en la persona de don Álvaro Pérez Osorio, conde de Villalobos y “Alférez del Pendón de la Divisa”.

            En 1997 Astorga (doce mil habitantes), ciudad episcopal, se hermanó con el pequeño pueblo Clavijo (trescientos), dada la efeméride mítico histórica sobre la batalla de Clavijo y la aparición de Santiago Apóstol sobre un caballo blanco, que ayudó a los cristianos a ganar esa batalla importante para la Reconquista.

            La procesión astorgana de La Zuiza llegaba del municipio a la catedral con la bandera y, en el atrio, la recibía el cabildo  con la imagen de la Virgen Blanca. Bajo palio, ya en el coro, el corregidor se sentaría en la silla del deán, el portador de la bandera en la Chantre, el regidor más antiguo,  en la “que está junto a ella” y el resto de la corporación municipal y los hombres de la Zuiza, en la Vía Sacra.



            En el siglo XVI la bandera estaba tan deteriorada que se elaboró una réplica dentro de su paño, hasta que la Real Provisión de Felipe V reordena la ceremonia en 1728 e intervienen los gremios profesionales. Todo continuó así hasta la guerra de la Independencia contra los franceses, en que Astorga organiza el “batallón Clavijo”, con la enseña, que sería de nuevo restaurada en 1948.

            La Camara de Comercio de Astorga, que asume los antiguos gremios del trabajo restauró la Ceremonia de la Zuiza caída en desuso, que no en olvido, por ser expresión de su identidad y hoy, en la fiesta celebrada los días 11 y 12 de junio,  se puede ver la gran procesión multicolor y festiva en Astorga.

viernes, 6 de mayo de 2016

Manolo Oyonarte expone “Mundear” en la Facultad de Bellas Artes de la Complutense Madrileña, con motivo de su doctorado









Julia Sáez-Angulo

            Madrid, 06.05.2016 .- El pintor Manolo Oyonarte expone sus recientes trabajos pictóricos bajo el título “Mundear. Conclusión plástica de una tesis doctoral”. La muestra, con motivo de la lectura de su tesis doctoral,  tiene lugar en la sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y permanecerá abierta durante el mes de mayo de 2016.

             Manuel Ortega Oyonarte (Madrid, 1968), Manolo Oyonarte para el arte, expone un total de ocho óleos de grande y mediano formato, así como dieciocho acrílicos de pequeño formato. Un mundo de figuras antropoides emergen de sus cuadros con una visión de pareja o grupo, a veces inquietante. Su estética expresionista se resuelve en una paleta rica de rojos, amarillos, azules y escasos verdes. El dibujo sutil de las figuras y sombras en gradaciones de grises y negros sostiene la forma.

            Arquitecto de formación por la Escuela Técnica superior de Arquitectura de la Complutense, Manolo Oyonarte está dedicado fundamentalmente a la pintura y la docencia. “Cuando uno mira más  las nubes que las vigas, se da cuenta de que es sobre todo pintor”, declara.  Manolo Oyonarte es hijo del desparecido pintor Manuel Ortega.





            El nuevo doctorando y pintor explica el tema de sus tesis y de su reciente pintura:

            “Heidegger habla de descubrir la intención originaria de la vida vivida, que hay debajo de la contraposición artificial sujeto-objeto: El aferramiento a lo teórico, profundamente arraigado, es un gran obstáculo para ver el ámbito de la vivencia del mundo circundante.

            Hay una infección teórica progresiva del mundo que despoja de vida (cosifica) desde su actitud teorética. Con la cosificación lo significativo de la vivencia se des-significa. Del objeto solo queda un resto (el fenómeno kantiano) que es lo que representa el intelecto del individuo.

            Pero el artista desde la vivencia originaria que realiza del objeto, congrega el mundo espacial y temporal que le rodea, el objeto mundea. No se puede plantear una situación del objeto despojado del mundo que lo contiene.

            En esta exposición conclusiva de la Tesis que presento en BBAA: El concepto de objetividad de la obra de arte. El objetivismo bipolar de Jorge Oteiza, presento 18 obras que quieren representar la vivencia que he realizado del mundear de  las cosas, que mundean ahora en ellas.        

[1] Heidegger en Safranski, R. (2007). Un maestro de Alemania. Martin Heidegger y su tiempo. Barcelona: Tusquets. (p. 88).