martes, 4 de agosto de 2015

#agostoclandestino se desdobla para proponer dos actividades centradas en la relación de la poesía y el arte

Miércoles, 5 de agosto de 2015.  Biblioteca de La Rioja. Logroño. 19:00h. Entrada: gratuita.

Exposición: El momento exacto de María Ángeles Alcazar Falcón y María José Marrodán

Miércoles, 5 de agosto de 2015.  Filmoteca de La Rioja Rafael Azcona. Logroño. 20:15h. Entrada: 2,5€. Recital previo de Ricardo Romanos.

Antonio Fernández Molina. Un poeta incómodo de Ester Fernández y Luis Vidal


L.M.A.

Agosto Clandestino propone una doble sesión poética para el próximo 5 de agosto, por un lado el arte y la palabra de María Ángeles Alcazar Falcón y María José Marrodán, y por otro la palabra y el arte de Antonio Fernández Molina.



El momento exacto


Exposición de 25 fotografías con temática floral en las que se incluye un haiku.
El momento exacto hace referencia a ese instante en que el objetivo de una cámara capta la imagen exacta que más gusta a la fotógrafa para sus fines.El momento exacto, es también, el momento en que una imagen concita una emoción, un recuerdo, una opinión, y una escritora pone palabras a esos pensamientos.
El momento exacto, es por tanto el instante en el que dos creadoras se encuentran y acompasan su mirada y su voz.  


Si bien, una imagen vale más que mil palabras, en esta ocasión las simples 17 sílabas del haiku nos desvelan las sensaciones más personales de las autoras y sus reflexiones sobre la vida, la familia, el amor, el tiempo y la superación.  

 Marian Alcázar Falcón. Nace en Burceña (Baracaldo Conocida como La Cambrila, seudónimo y blog que dan cobijo al trabajo de esta fotógrafa autodidacta que tiene el paisaje como objetivo, aunque no como única propuesta en su trabajo artístico. Su afición por la fotografía surge desde temprana edad, ya en EGB formará parte de un grupo de fotografía. Más adelante, su dedicación al trabajo y a la familia la apartan momentáneamente de esa afición. Hasta hace seis años, cuando la retoma con plenitud tras ganar un premio concedido por la Asociación  ARCOBAR con la que compra sus primeras cámaras profesionales y profundiza en sus estudios y propuestas fotográficas. Creativa, emprendedora, siempre aprendiendo y en continua experimentación con los elementos, consigue llegar “desde la cámara al acto poético de crear narrativa donde antes había naturaleza”.http://lacambrila.blogspot.com.es/

María José Marrodán Gironés. Nace en Logroño. Es Licenciada en Ciencias de la Educación, orientadora y escritora. Como autora educativa tiene publicadas más de una treintena de obras, es experta en lectura de lectura fácil y asidua colaboradora en revistas educativas y medios de Comunicación. Dirige varias asociaciones educativas. Como autora literaria tiene publicados los libros de poesía: "Desde el corazón @ de la luna.com, 2001. “Guantes de extrañeza en las maletas”, 2005. “Por un sutil instante”, 2009. “Territorio de los días”, 2009. Y de relatos: “Imprevisible Azul”, 2009.  Su obra poética está recogida en una decena de antologías nacionales e iberoamericanos. Colabora con diferentes revistas literarias. Forma parte de varias Asociaciones culturales.Realiza tareas de coordinación editorial, entre ellas: “El Poder de la Palabra”, donde ha reunido a autores relevantes de la literatura actual para proyectos de UNICEF. Ha colaborado con diferentes artistas plásticos en exposiciones de pintura y manuales de arte. Dirige el grupo de recitadores Atempore.Imaginativa, entusiasta, siempre en movimiento creativo, confiesa que escribe porque  “me asaltan las palabras, me vencen y siempre me salvan”.http://mariamarrodan.blogspot.com.es/ http://conquistadelaspalabras.blogspot.com/  





Antonio Fernández Molina, un poeta incómodo

 Agosto Clandestino rinde homenaje esta tarde a un artista de amplia trayectoria pero poco conocido por el gran público. Lo hace con la presentación de una película en la Filmoteca Rafael Azcona a partir de las 20.15 horas.AFMolina, un poeta incómodo, es un documental sobre la vida y la obra de Antonio Fernández Molina (Alcázar de San Juan, 1927, Zaragoza, 2005). A lo largo de cincuenta minutos, 22 personas (Fernando Arrabal, Camilo José Cela Conde, José Antonio Labordeta, María Luisa Madrilley, entre otros) cuentan, en un montaje ágil sus recuerdos del polifacético escritor.Artista multidisciplinar, Antonio Fernández Molina fue escritor de relatos, poeta, crítico de arte, pintor, dibujante, editor, fundó revistas como Doña Endrina y garantizó la pervivencia de otras como Papeles de Son Armadans (dirigida por Camilo José Cela y de la que F. Molina fue un verdadero factotum), participó en el movimiento postista, su obra plástica, de contenidos muy literarios, se sitúa en los epígonos del surrealismo.http://vimeo.com/40261581




Antonio Fernández Molina (Alcázar de San JuanProvincia de Ciudad Real1929 - Zaragoza2005) fue poeta, narrador, ensayista, traductor, dramaturgo, crítico de arte y artista.

Había nacido por azar en Alcázar de San Juan, en 1927, pero vivió en numerosos lugares, entre ellos Madrid, Alcoy, Guadalajara (donde estudió el bachillerato), Mallorca (entre 1964 y 1972) y Zaragoza.
Niño precoz, desde sus primeros escritos encontró en la experimentación vanguardista, en los juegos artísticos, un estímulo para su obra. Por ello se sintió muy cercano a los escritores postistas, fundando en 1951 la revista Doña Endrina. Después se produjo el encuentro con dos escritores que para él fueron fundamentales: el poeta Miguel Labordeta, que lo convirtió en jefe de redacción de la revista Despacho literario, y Camilo José Cela, que lo nombró secretario de Papeles de Son Armadans y publicó en Alfaguara su curiosa novela Solo de trompeta (1965).
Cultivó todos los géneros literarios, pero se quedó con el disgusto de no haber hecho nunca cine por falta de medios. Quizá, por ello, debido a su insaciable curiosidad artística, los que más lo trataron lo tachaban de humanista, aunque también recuerden su carácter algo huraño y difícil. Yo, que ni lo conocí ni lo traté nunca (aunque mantuvimos un curioso diálogo a través de su hija Ester), he disfrutado mucho con la lectura de su obra, con aquella que más me interesa, sus textos narrativos breves, lo que hoy llamamos microrrelatos, género en el que es un auténtico maestro. Buena prueba de ello es que sea el único autor español que figura en el mítico Libro de la imaginación (1976), del mexicano Edmundo Valadés.
Fernández Molina es uno de esos escasos autores que escriben para saber, que conciben la escritura como un proceso de indagación. Así, sus piezas más logradas, textos fragmentarios, brevísimos, que se le suelen ocurrir mientras camina, se sustentan en lo ambiguo, sorprendente y paradójico, en la metamorfosis de una realidad que él observa siempre como cambiante. Su tradición literaria, lo ha confesado él mismo, pasa por Quevedo y Gómez de la Serna, el romanticismo (Novalis y Bécquer fueron otras de sus devociones) y el surrealismo. Pero siempre se mostró partidario de la estética del realismo mágico, del poder de la imaginación, de la necesidad ineludible de explorar el lenguaje, desde La tienda ausente (1967), Cejunta y Gamud (1969), publicado un año antes que las Historias de cronopios y de famas, de Cortázar, con el que tanta relación guarda Dentro de un embudo (1973), hasta Arando en la madera(1975) y Pompón (1977), por sólo citar algunos de sus libros en prosa más significativos.
En ellos aparece con frecuencia un humor sombrío, producto de sus preocupaciones existenciales y sociales, pero también mundos alucinantes regidos por leyes físicas peculiares. Sin que falten los motivos que más lo han obsesionado, como la soledad e inestabilidad emocional a la que nos condena el mundo moderno, la identidad cambiante, la despersonaliza-ción, el presunto progreso espiritual y material de la humanidad, la desintegración de la conciencia y el misterioso mundo de las artes.
Aquellos lectores que no conozcan su obra y sientan curiosidad, quienes no puedan esperar la antología de microrrelatos que prepara José Luis Calvo Carilla para la editorial Menoscuarto, pueden empezar a familiarizarse con sus narraciones en Perro mundo (Calambur, 1994) y La vida caprichosa (Libros del Innombrable, 2003), por citar volúmenes asequibles.
En cambio, aquellos otros que hayan frecuentado sus libros o visto sus cuadros se habrán dado cuenta de que Fernández Molina, como Ramón Gómez de la Serna, del que me parece que no le hubiera importado reconocerse continuador, fue primero un puer senex para convertirse luego en un senex puer, siempre tocado por la poesía, componente esencial para él de todas las artes y géneros literarios. Y quizá por ello se definiera como "un poeta que pinta y cultiva el verso y la prosa". Cela, no por casualidad, lo llamaba siempre "Poeta". Así, no es extraño que varios de sus libros, los ilustrados por él mismo, sean auténticas obras de arte.
Y sin embargo, mucho me temo que su literatura, siempre a contracorriente, es una de las más secretas que existen en este país. Lo triste es que en pocas ocasiones como en ésta la ambición y calidad de una obra literaria se halle tan lejos de su justo reconocimiento. Habría que hacer todo lo posible para remediarlo.
En 2013, se publicó Breve Antología Poética, del autor, preparada por Raúl Herrero Herrero,a cargo de  por Ediciones 4 de Agosto, en colaboración con el Ayuntamiento de Alagón.


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