martes, 1 de abril de 2014

Exposición "La Biblioteca de El Greco" en el Museo del Prado


El Museo del Prado, la Biblioteca Nacional de España y la Fundación El Greco 2014 presentan la exposición “La biblioteca del Greco”, una muestra que pretende reconstruir las raíces teóricas y literarias del arte del Greco a través de 39 libros -cuatro de los cuales fueron de su propiedad-, y que se han podido identificar gracias a los dos inventarios realizados por su hijo Jorge Manuel en 1614 y 1621.

Entre ellos destacan una edición del tratado de arquitectura de Vitruvio, perteneciente a la BNE, y otra de las Vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos de Giorgio Vasari. Ambas ediciones fueron abundantemente anotadas por el Greco con comentarios que permiten conocer sus ideas sobre la arquitectura y, sobre todo, la pintura. Se exponen también un ejemplar con obras de Jenofonte y otro con las de Apiano Alejandrino, que formaron parte de su biblioteca, y una edición del tratado de arquitectura de Sebastiano Serlio con anotaciones que se le han atribuido en alguna ocasión.

La exposición se completa con tres manuscritos, nueve estampas, que probablemente le sirvieron de inspiración, y cinco de sus pinturas, que revelan la relación entre su producción pictórica y los libros de su biblioteca.

La exposición “La biblioteca del Greco”, además de reconstruir parte de la biblioteca del artista, invita a reflexionar sobre las interpretaciones tradicionales creadas en torno a su figura y su obra fundamentándose en los libros que el Greco tenía entre sus bienes y sus anotaciones al tratado de arquitectura de Vitruvio y las Vidas de Vasari.

“La biblioteca del Greco” reúne 39 libros, identificados a partir de los asientos de los inventarios y seleccionados a partir de las ediciones que estuvieron con mayor probabilidad en su poder; tres manuscritos, los originales de los inventarios de 1614 y 1621 y una carta del Greco al cardenal Alessandro Farnese; nueve estampas, fundamentalmente obras de Cornelis Cort y de Alberto Durero, que fueron referencias ineludibles para el pintor; y cinco pinturas que muestran las variadas relaciones que pueden establecerse entre los cuadros y los libros del cretense, como El soplón o La Anunciación. En total, 56 obras que aproximan al visitante a lo que el Greco leyó y escribió, a sus conocimientos y a sus reflexiones como vehículo para comprender las ideas sobre el arte de la pintura que subyacen en su obra.

Las secciones que vertebran el discurso expositivo reconstruyen el itinerario formativo del pintor y su consideración de la pintura como una ciencia especulativa. Mientras que el primer ámbito señala la importancia que la herencia griega tuvo para el pintor a lo largo de su vida, el segundo y el tercero recuerdan el papel fundamental que la cultura italiana desempeñó en su transformación artística. La sección más numerosa se dedica a los libros de arquitectura, que subrayan su interés por el carácter global de la arquitectura y su repercusión en la estimación de la pintura como arte liberal. La exposición termina con una breve sección sobre la imagen religiosa y muestra el libro Flos sanctorum de Alonso de Villegas, que contiene la primera mención impresa al pintor.


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