domingo, 17 de noviembre de 2013

El poeta al Gazal: Primera embajada andalusí al Imperio bizantino





 Mezquita de Córdoba
Fotos tomadas de El esplendor de los omeyas cordobeses, 2001, Fundación El Legado andalusí. 


M. Dolores Gallardo López


Yahya   ben Hakam  al Bakri (772/ 864-5), magnífico poeta y astrólogo andalusí, es comúnmente  conocido como al Gazal (La Gacela”), apodo que le fue dado en su juventud por su  belleza y elegancia. Nació en Jaén  aunque vivió en la Córdoba de los emires omeyas.

 Al Gazal nació en época del emir  Abd al Rahman I.

Este príncipe omeya sobrevivió  a la destrucción de su familia en oriente,  eliminada y despojada  del califato  de Damasco por los abbasíes. Tras derrocar a los omeyas -el último califa omeya murió con las armas en  la mano en el año 750-, los abbasíes se erigieron  como nueva dinastía  califal en la persona de Abu- l-Abbas  Abd Allah, primer califa de la nueva dinastía.

Con apenas veinte años, el príncipe  Abd al Rahman sorteando enormes dificultades y numerosos peligros, en una huída digna de una novela de aventuras, logró escapar a la matanza de su familia en Siria,  emigró a África primero y al Ándalus después.

 El 14 de agosto del año 755 pisaba el suelo hispano en lo que hoy es Almuñecar y, al año siguiente, tras vencer a los representantes del nuevo poder califal  instaurado en Damasco, se convirtió en el primer emir independiente  de Al- Andalus  (gobernó desde el  año 756  al 788) desvinculando políticamente (no desde el punto de vista religioso) las tierras andalusíes  del califato de Damasco.

Nuestro personaje, al Gazal, nacido como hemos dicho en época de Abd al Rahman I, gozó de gran prestigio en la corte del emir al Hakam I  (796-822),  y brillo sobretodo en  la de  su hijo Abd al Rahman II como  gran poeta y  reputado astrólogo. La estima y confianza en sus dotes que tenía  el emir Abd al Rahman II  se manifestó cuando, pese a la madura  edad del poeta,  lo eligió para  que encabezara la embajada  que en el año 839  envió  como respetuosa contestación al emperador  bizantino Teófilo.  Fue la primera  embajada que salió de Córdoba rumbo a Bizancio.

  El emperador Teófilo para debilitar a sus enemigos, los califas abbasíes  de Damasco, intentó que los omeyas   pensaran en recuperar el imperio perdido en oriente  y, por otra  parte quería  a controlar nuevamente la isla de Creta que estaba en manos de andalusíes expulsados de Córdoba en el año 818  por el emir Al Hakám I  tras  los tristísimos sucesos  ocurridos en  la revuelta del  barrio cordobés del Arrabal.

 Por estas razones el emperador bizantino se dirigió a Abd al Rahman II, el cual, halagado pero sin comprometerse a nada, envío a su vez otra embajada a Bizancio.

 La embajada andalusí partió de Córdoba.  Antes de ello al Gazal pidió al emir  una generosa pensión para sus hijas, caso de que no regresara.

 Los  andalusíes fueron recibidos con grandes honores en. Se cuenta que al Gazal,  al conocer a la  emperatriz,  pareció quedar  largo rato  absorto, contemplándola. Que, después, dijo que había quedado impresionado por su gran belleza.  ¿Fue verdad o sólo un ardid diplomático?: el poeta  afirmaba  que halagar a las damas adecuadas era un método infalible para obtener éxitos diplomáticos. En todo caso, el abundante número de anécdotas  que nos han llegado que relacionan  al poeta andalusí y a la emperatriz  parece  indicar que se estableció una  buena amistad entre ambos como demuestra, entre otras cosas, el hecho de que la emperatriz  acompañada de su hijo, el príncipe heredero Miguel, acudiera a visitar a al Gazal al palacio que le servía de residencia.

El viaje a Bizancio reportó a al Ándalus otros beneficios, además del político. Al Gazal consiguió traer semillas de una nueva variedad de higuera  y alguna otra planta en un nuevo intento de aclimatar plantas orientales  en  al Ándalus. Además, hay quienes consideran que  trajo información  sobre la seda bizantina pues  las primeras noticias en la península  sobre esta rica tela -muy anteriores a las que hubo en el resto de Europa- datan de poco después de la época de esta embajada. 

Al Gazal  fue conocido como magnífico poeta. Sabemos  que su Diván fue recogido en el año 1039 por Habib ben Ahmad al Satayayri. Pero no nos ha llegado. Por desgracia, de ellas   sólo quedan  algunas  composiciones que fueron incluidas en  las diversas biografías que se le hicieron. A finales del pasado siglo, en 1993,  Muhammad Ridwuan al Daya consiguió reunir y editar sesenta y ocho fragmentos.

  A. Haykal  divide  la poesía de al  Gazal en tres etapas: Etapa de juventud con temas sobre el amor, el vino, el humor.  Una etapa de madurez con composiciones   burlescas de  sentimiento amargo y pesimista, con espíritu de  crítica social y moral; algunos creen que este tipo de composición fue introducida por  al Gazal en la poesía andalusí.  La tercera etapa  eran  composiciones  relacionados con  el desencanto, el sufrimiento que aporta  el deterioro físico y el  paso del tiempo: era una temática nueva en la poesía andalusí.

Además de esta poesías, sabemos que  también realizó un poema  de corte histórico: Una composición  sobre la conquista de al Ándalus,  sus causas, algunos combates y  los emires  que gobernaron. Se cree que esta obra alcanzó gran difusión.

En otro orden de cosas, también destacó  como astrólogo: en un poema, transmitido por Ibn Hayyan, pronosticaba la caída y muerte de  Nasr -un eunuco muy estimado por Abd al Rahman II-,  muerte que efectivamente ocurrió aunque un poco antes de lo que había previsto al Gazal.

Al  Gazal, que  alcanzó la edad de 94 años, murió en el 864/65. Su longevidad  lo hizo coetáneo de gran parte de la historia del emirato independiente de al Ándalus: nació  en el emirato de Abd al Rahman I,   fue testigo de  la época de  Hisham I (hijo y sucesor de Abd al Rahman I), de  la de al  Hakam  I (hijo y sucesor de Hisham I),  de la de  Abd al Rahman II (hijo y sucesor de  al  Hakam  I ) y murió en el emirato de Muhammad I, hijo de Abd al Rahman II.  Fue, por tanto, testigo privilegiado de gran parte del importantísimo período histórico en el que el floreciente al Ándalus se convirtió lugar de encuentro entre el mundo árabe y el  mundo mediterráneo y el puente cultural entre oriente y occidente.


Como nota curiosa, este interesante  personaje andalusí es el protagonista de la novela histórica Al  Gazal, El viajero de los dos orientes  de Jesús Maeso de la Torre, aparecida en año 2000.

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