jueves, 27 de diciembre de 2012



María Antonia Sánchez Escalona expone sus esculturas "Nereidas" en el Palacio Pimentel de Valladolid

LMA

María Antonia Sánchez Escalona (Madrid, 1941) expone su última serie de obras, bajo el título de “Nereidas” en el palacio Pimentel de Valladolid. La muestra permanecerá abierta hasta el fin de enero de 2013


La artista estudió pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes San Fernando de Madrid y obtuvo el Premio Nacional Fin de Carrera. Durante esos años estudió alternativamente escultura y grabado, este último en la Facultad De Bellas Artes de París durante un año. Ha sido becada por la Fundación Juan March, Gobierno francés, Fundación Rodríguez Acosta y Dotación de Arte Castellblanch.

         Sánchez Escalona explica así el trabajo presentado:

“Nereidas” es un proyecto escultórico en el que he estado trabajando esde hace tiempo. Es una invitación a la paz que produce el mar, esa fuente de vida que es el Mar, sin él la Vida no sería posible. Bajo ese lema agrupo estas esculturas que nacen de ese sentimiento.

Tomo fragmentos de la realidad para trasladarlos sobre un cuerpo intemporal donde lo representado  pueda embarcar al espectador hacia un lugar sin límites y sin tiempo. Es ahí donde intento acumular las emociones y energías para que cada criatura establezca un diálogo con el que la contempla.

La obra artística debe inducir al pensamiento, penetrar y  estrechar lazos con  nosotros mismos. En mi carrera ese ha sido el impulso para continuar investigando las fuerzas invisibles que finalmente todo y a todos mueven.

Mi trayectoria profesional es ya de largo recorrido como se detalla en la biografía. La pintura, el dibujo, el grabado, han formado parte de mi vida durante el largo transito realizado por Europa. Han sido etapas plenas que me han conducido a la escultura.

Antes que a pintar empecé a modelar, me atraía poderosamente. Cuando empecé mis estudios de Bellas Artes en Madrid, tenía que elegir, Pintura o Escultura, eran las dos modalidades de entonces. Elegí Pintura porque era igualmente apasionante.

Modelar, experimentar con óxidos y esmaltes

No puedo decir que he elegido esta materia, creo que es la materia la que me ha elegido a mí. Modelar, descubrir los secretos del horno, dominar la cocción, experimentar con óxidos y esmaltes... estos materiales me han atrapado. Con ellos he encontrado un nuevo lenguaje, una manera de hablar diferente. Significan una fusión  de forma y color, no concibo lo uno sin lo otro y me siento profundamente identificada.

La fusión de los elementos tierra, mar y aire con el fuego dan como resultado estas esculturas. El horno es la caja mágica que guarda sus secretos celosamente y siempre tiene la última palabra. Él medita a 1.260º de temperatura. Semejante a la del  núcleo de la Tierra.

 Desde niña, el Litoral Cantábrico ha sido permanente fuente de inspiración. Primero los veranos de Zumaia (Guipúzcoa). Luego enraizada en Pechón (Cantabria) por lazos familiares.  Ahí tengo mi estudio desde hace ya muchos años. Ahí trabajo la escultura desde un monte que mira al mar.

Vuelvo a exponer en Valladolid, después de muchos años. Las galerías de arte de Jacobo, Antonio Machón y Caja España, fueron el escenario de mis pinturas, dibujos y grabados. En esta ocasión presento mi obra escultórica.  Por primera vez doy a conocer mis esculturas en Valladolid en esta sala emblemática del Palacio de Pimentel”.






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