miércoles, 26 de octubre de 2011

LOS AGUAFUERTES DE PICASSO PARA “LA OBRA MAESTRA” DE BALZAC


28 de octubre al 19 de febrero de 2011.
De martes a viernes, de 11 horas a 14 horas y de 16 a 18 horas.
Sábados, de 11 a 14 y de 16 a 20 horas.
Domingos de 11 a 14,30 horas.
Luces, cerrado.



L.M.A.

Este viernes 28 de octubre se inaugura en Cuenca, en el Museo de Arte Abstracto Español, la exposición PABLO PICASSO Y “LA OBRA MAESTRA DESCONOCIDA” DE HONORÉ DE BALZAC, con trece aguafuertes que el pintor malagueño realizó en los años treinta, a partir del célebre relato del escritor francés.

Pablo Picasso (1881 – 1973) está considerado como uno de los grandes maestros del arte del grabado. Aunque utilizó esa técnica a lo largo de toda su vida, en la década de los años treinta realizó varias series de aguafuertes, consideradas desde entonces entre los ejemplos más relevantes de la historia del grabado. Entre ellas se encuentra la que realizó en 1931 para ilustrar una nueva edición del relato de Honoré de Balzac (1799 – 1850) Le Chef d’oeuvre inconnu (La obra maestra desconocida, originalmente publicado en 1831), por encargo de su marchante Ambroise Vollard (1866 – 1939). Los trece aguafuertes originales realizados por Picasso en 1931 a propósito del texto de Balzac fueron finalmente editados por Ambroise Vollard en una carpeta. El relato de Balzac se sitúa en el siglo XVII y tiene como escenario el estudio parisino de un anciano artista llamado Frenhofer. Su tema es la obsesión del pintor que trabaja secretamente en un cuadro que lleva años intentando terminar. Cuando finalmente dos artistas admiradores del pintor logran ver la obra, solo encuentran una intrincada masa de brochazos y capas de pintura, del que apenas si sobresale un pie: la creación de una persona demente obsesionada por conseguir una perfección que se resiste a la imperfección característica aún del arte más sublime.

El cuento fascinó a Picasso, quien se identificó con Frenhofer –el genio frustrado que crea obras maestras tan adelantadas a su tiempo que nadie las entiende–, y aprovechó el encargo de Vollard para homenajear el acto de creación. Las obras, por eso, no son estrictamente ilustraciones exactas del cuento de Balzac, sino el resultado de las divagaciones de Picasso sobre el tema del artista creador y sobre la relación íntima entre el artista y su modelo. Es a este último asunto al que dedica la mayor parte de las obras de la serie Le Chef d’oeuvre inconnu que aquí se expone.

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