viernes, 18 de febrero de 2011

Eduard Márquez novela el naufragio de la generación de los 50 en "Un día antes de mañana"




“El último día antes de mañana”
Eduard Márquez
Alianza Editorial (160 pags)
Madrid, 2011




Julia Sáez-Angulo



La madurez es el arte de superar las frustraciones que produce la vida en su misma esencia desde el nacimiento a la muerte pasando por todas las edades y etapas. El protagonista de “El último día antes de mañana” padece todo ello en la época franquista y atribuye a los tiempos los males, más que a las voluntades.

Oh tempora, oh mores! que diría el clásico, que es clásico por ser intemporal y válido para todas las épocas. Eduard Márquez (Barcelona, 1960) ha escrito una novela en la que el protagonista pasa por los avatares duros y decepcionantes de muchas vidas: madre inestable, educación con abusos, represión y desmadre de sexo y otros desmanes como la droga –entrega al dios Exceso después de dejar al Dios cristiano-, fracaso matrimonial, muerte de una hija, contemplación del amigo transformado en mendigo, decepción y abandono de amores e ilusiones sucesivas, incluidas las ambiciones literarias...

Pero ¿Quién ha dicho que la vida es un lecho de rosas? Un camino sin espinas... desde luego no han sido los clásicos. Después de todo salir a flote es una cierta victoria. La novela de Márquez, que anteriormente escribió otras como “Cinco noches de febrero” o “El silencio de los árboles”, es dura pero la catarsis llega con la buena escritura, la buena literatura y el tamaño justo.


Una cita de James Salter


La novela “El último día antes de mañana” comienza con una cita de James Salter que pone en situación: Una cosa sí había visto: cuan cerca podía estar el hombre de la catástrofe por más seguro que se sintiera. Él había visto cambiar situaciones, malograrse una cosas detrás de otra. Era algo que podía suceder sin previo aviso. A veces la gente conseguía salvarse, pero llegaba un punto en que no podía. A veces se preguntaba sobre sí mismo: cuando llegara el revés y las vigas empezaran a venirse abajo, ¿qué sucedería?”

La novela de Eduard Márquez, como toda novela, tiene algo de vida propia, aunque no sea estrictamente biográfica. Responde a su generación y parece quejarse de ello. Un grito en el desierto. La siguiente generación deberá quejarse y lamentarse de otras cosas. La Arcadia feliz no existe más que en la literatura mitológica; el paraíso está por ver. Es el drama unamuniano de la vida, en el que hay que luchar para combatir el desgarro. Nada como la novela, como esta novela para plasmarlo.

Márquez ha publicado toda su narrativa en Alianza Literaria. Yambién ha publicado poesía en títulos como “La travesía innecesaria” y “Antes de la nieve”. En cuanto a literatura infantil de su cosecha figuran los libros: “Los sueños de Aurelia”; “Aurelia y el robasombras”; “Las ranas de Rita” o “Andrés y el espejo de las muñecas”.

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