jueves, 13 de mayo de 2010

Blas de Otero y sus poemas inéditos en "Hojas de Madrid con La Galerna"



Julia Sáez-Angulo

Con el título de “Hojas de Madrid con La galerna”, en edición de Sabina de la Cruz y prólogo de Mario Hernández, la editorial Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores ha publicado 306 poemas de Blas de Otero, de los que 161 son inéditos. El libro fue presentado por Joan Tarrida - junto a los citados expertos- que anunció la futura publicación de la Obra Completa del poeta en un solo volumen, preparado por Nicanor Vélez.

Estos poemas inéditos, largamente esperados, han sido estudiados con atención en las carpetas del autor en las que se encontraban los manuscritos o ejemplares a máquina posteriores, explicó Sabina de la Cruz, segunda mujer de Blas de Otero (Bilbao, 1916 – Majadahonada. Madrid, 1979). El poeta tenía una memoria muy fiel para recitar versos de otros poetas, de ahí su continua intertextualidad en su obra, como un diálogo con la literatura española, señaló en otro momento.

Sabina de la Cruz fue profesora de Literatura Española e hizo una tesis doctoral sobre Blas de Otero. “Las carpetas con los poemas inéditos de Blas fueron para mí una sorpresa y un deslumbramiento”, declaró.

Mario Hernández, señaló que el libro resitua la obra de Otero en este momento, después de haber permanecido un tiempo en el canon de “clásico apagado”. El autor ha sufrido el purgatorio de una época en la que se consideraba la “poesía social” como algo ya pasado.

Hernández señaló dos poemas de Otero, uno sobre la Edad de Hierro y otro sobre el siglo XXI, que dan idea de esa conversación con los clásicos como Cervantes. El libro ofrece una riqueza enorme que pone de manifiesto la tradición moderna y más tradicional del poeta. Sabía de memoria el Cancionero y el Romancero español y también aparecen sus citas burlescas como la del verso de Campoamor.


Sabina de la cruz contó el hecho vivido en Londres con Rafael Martínez Nadal, quien guardaba unos poemas inéditos de García Lorca, que el autor no quería publicar, pero al escucharlos Blas de Otero, le recomendó a Martínez Nadal que lo hiciera porque eran extraordinarios.

Frente a la pensantez o aburrimiento de la llamada poesía social, se destacaron algunos poemas con sentido del humor como el relativo a la vuelta ciclista a España o el de los trabajos domésticos a falta de la presencia de la mujer en casa. También el poema referido a don Antonio Machado, más conocido por la voz del cantante Serrat.


Poesía histórica más que social


“Blas no la llamó poesía social sino poesía histórica”, señalaron Sabina de la Cruz y Mario Hernández. Otero no sólo escribió sobre su sentimiento individual sino con los sentimientos compartidos que todos tenemos.

Respecto a su militancia en el Partido Comunista, Sabina de la Cruz insistió en que Blas de Otero “no era un poeta de consigna, ni escribió nunca al dictado. Sí un poeta disciplinado con su propio trabajo poético; de una gran honradez poética y gran libertad personal”. “Blas no era político, más bien un ciudadano. No se reunía con las células … Era un poeta. Un ser libre por dentro. Sabía que la libertad era lo más importante del ser humano”, añadió Sabina. Cuando algo no le convencía decía: “es que no lo siento en el pecho”.

Pese al interés del P.C. en París, en 1952, Otero no publicó uno de sus libros porque no estaba del todo satisfecho sobre el mismo, aunque sí llegó a publicar con la editorial Ruedo Ibérico de filosofía marxista. Blas de Otero estuvo afiliado al Partido, viajó a Moscú y participó en algunos de los mítines electorales de las primeras elecciones democráticas en España.

En cuanto a su viaje y estancia en Cuba durante tres años (1964 – 67) donde se casó con Yolanda Pina, una cubana divorciada, Sabina de la Cruz declara que “Blas de Otero siempre admiró a Fidel Castro y a la revolución cubana, aunque “Blas de Otero no era tonto” y más adelante hablara de “cosas tal vez evitables” de esa revolución.

Al final de sus días Blas de Otero se preguntaba qué le quedaba en la vida y se respondía en un poema que la Biblioteca Nacional, el Museo del Prado, el parque del Retiro, los árboles… El libro publicado ahora por Galaxia Gutenberg lleva en portada el cuadro pintado por Antonio López en 1964, “El Norte de Madrid desde la Maliciosa”, paisaje que le gustaba contemplar al poeta cuando iba a la sierra.


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