domingo, 15 de noviembre de 2009

Isabel Torre Cañeque ha expuesto su Pintura en el BBVA de Oviedo





Julia Sáez-Angulo


Con una trayectoria acendrada y una carrera artística intensa y centrada en la pintura figurativa al óleo, Isabel Torre Cañeque (Madrid) ha expuesto este año en el Espacio del BBVA de Oviedo. Ahora prepara su gran exposición para el 2012.

El paisaje de Castilla, fundamentalmente de Soria y Segovia es uno de los temas más abordados en el paisaje de la autora residente en Madrid. Los montes y el castillo de Osma es uno de los iconos más contemplados y representado por la pintora, que estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en la capital de España. “Tengo una casa en el Burgo de Osma y disfruto con su paisaje”.

El retrato es otro de los géneros sobre los que más ha investigado y entre los personajes que ha llevado al óleo se encuentran escritores y artistas como Ana María Matute, Camilo José Cela, Antonio López, Eduardo Chillida y otros, en una espléndida serie. En las paredes de su casa luce los retratos de su marido, el poeta Benito de Diego y de sus nietos.

Confiesa que, “para hacer mano y estar diestra en el dibujo”, acude al taller del Círculo de Bellas Artes donde se llevan a cabo posados con modelos masculinos y femeninos en sesiones que van de diez minutos a tres cuartos de hora. Torre Cañete muestra orgullosa las carpetas con los numerosos dibujos de desnudos hechos en el citado Círculo. Sus dibujos son a grafito, a tinta, o con ambas técnicas.


Trenes, grabados y marinas


Los trenes son otro capítulo abordado por la pintora, algo que le permite trabajar los distintos planos de cercanía. “En el recuerdo” titula uno de esos trenes en un cuadro de gran formato, en el que la figuración se muestra más hecha en primer plano y más esponjosa y deshecha en los siguientes.

Aunque se sabe de “tierra adentro” y su por el paisaje de Castilla, también aborda las marinas porque confiesa que le gustan los azules. En la actualidad prepara un gran cuadro sobre las aguas de la bahía de Cádiz. “Antes pintaba más bodegones, ahora no porque parece que hay menos demanda. El pintor necesita vender obra. Vender es un placer y un estímulo para segur adelante. Resulta desalentador cuando se almacenan muchos cuadros en el taller”, dice Torre Cañeque.

La pintora tiene obra suya en diversos museos y colecciones europeas y americanas. “Llevo muchos años pintando y mis cuadros están en muchos lugares”.

El grabado también es motivo de interés de esta artista polifacética y multidisciplinar, que ha ejercido la docencia en algunas etapas de su vida. En su último período utiliza el acrílico como base y termina los cuadros al óleo. Una técnica mixta con la que obtiene excelentes resultados. La autora firma sus cuadros con sus apellidos; Torre Cañeque, como si no quisiera dar lugar a que el espectador se distraiga con el género o lo valore d distinta manera.

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